Ahora me gustaría explicar cómo fue el proceso de diagnóstico. En diciembre de 2021, viajé a Chile para visitar a mi familia. Al segundo día de mi llegada, mi padre, como es habitual en él, me tomó la tensión y su expresión cambió al ver que tenía 15/9. Mi padre siempre se preocupa por mi tensión, dado que él es hipertenso y lo es también mi hermana menor.
Sinceramente, no me alarmé; cada vez que me toma la tensión, los valores tienden a ser un poco altos, soy como Amelie con su padre, ¿recuerdan? De todos modos, tomé nota de eso. Al llegar a casa de mi madre, le pedí que me tomara la presión nuevamente. Ella, también hipertensa, obtuvo el mismo resultado. Repetí la medición varias veces, confirmando que mi tensión estaba alta.
Desde Chile, concerté una cita con mi médico de cabecera en Barcelona para una revisión tan pronto como regresara. El día de la cita, salí del trabajo a las 15:00 y me dirigí al Centro de Atención Primaria (CAP). Era la última visita del día, lo que implicó una larga espera. Por razones que ahora no recuerdo, comencé a ponerme nerviosa, y cuando llegó mi turno, la doctora, al tomarme la tensión, constató que estaba a 19/13; estaba sufriendo una crisis hipertensiva.
Me prescribieron enalapril y diazepam para calmarme y reducir mi tensión, pero la medicación no surtió efecto. Acudí por mi cuenta a un CUAP (Centro de Urgencias de Atención Primaria), donde tampoco lograron bajarla, así que me trasladaron en ambulancia al hospital Sant Pau de Barcelona. Allí, tras medicarme nuevamente, comencé a mostrar mejoría. La intensa medicación provocaba mareos y desmayos. Me realizaron análisis de sangre y orina, y alrededor de las 02:00 de la madrugada, pude irme a casa. Esto ocurrió en enero de 2022.
En la visita con mi doctora para revisar los resultados de los análisis, no me informó directamente de ninguna enfermedad renal; solo mencionó que, para obtener más detalles sobre mi situación, necesitaba una ecografía renal. Los resultados de esta ecografía fueron normales, por lo que decidió derivarme a un centro de medicina nefrológica especializado, el Puigvert, donde me realizaron más pruebas de sangre, orina y otra ecografía renal. Estos exámenes confirmaron el diagnóstico de una enfermedad renal crónica (ERC).
En ese instante, recordé historias de personas cercanas que han sufrido enfermedad renal, y sinceramente, el diagnóstico fue devastador. Durante mi proceso de aceptación, consulté a la doctora sobre los pasos a seguir a partir de entonces. Sin embargo, tras insistir repetidamente, solo recibí la recomendación de «reducir el consumo de carnes rojas», sin más orientación.
Al salir de la consulta, experimenté una mezcla de tristeza y confusión que rápidamente se transformó en frustración por no recibir una guía clara de acciones a tomar, teniendo aún la oportunidad de mejorar (con un filtrado glomerular de 56 y una creatinina de 1.19 en ese momento). No me ofrecieron tratamiento ni consejos prácticos, solo un diagnóstico y citas para análisis seis meses después. Tras hablar con mi padre y compartirle lo sucedido, concluí que debía esforzarme al máximo por manejar la situación y explorar maneras de optimizar mi estado de salud. Aunque soy consciente de que la función renal no se recupera, entendí que es posible mejorar los resultados de los análisis a través de una dieta adecuada y la incorporación de ejercicio físico.
Sinceramente, lo más sencillo ha sido eliminar por completo el alcohol; aunque antes no bebía mucho, ahora no consumo nada, y realmente no ha sido ningún sacrificio. No obstante, lo verdaderamente desafiante es estar constantemente pendiente de mi alimentación, especialmente cuando salgo o mi pareja cocina platos sabrosos, debido a su alto contenido en sodio, que no son adecuados para mí. Esa vigilancia constante y la necesidad de elegir conscientemente es donde radica el auténtico esfuerzo.
En mi próxima publicación, compartiré lo ocurrido entre el diagnóstico y los análisis que solicité a mi médico de cabecera debido a una leve anemia que también se evidenció en los resultados de mis análisis.